Por: Cristina González Melendez.
La política constituye el medio para conquistar el poder del Estado. La ética es la que guía el comportamiento humano y determina la forma de ser de las personas y se relaciona con la moral, en cuanto que, manifiesta los valores, normas y principios que guían la conducta humana.
Desde esta perspectiva, política y ética van de la mano porque muestran la corriente a la que pertenece tal o cuál partido, y por lo tanto, la propuesta que se tiene respecto a la orientación que se le dará al Estado. Así decimos, es un partido conservador, es liberal, fundamentalista, etc.
Para el caso que vivimos en México en este proceso electoral vemos que el pragmatismo desvía la atención, porque se trata de lograr un objetivo y entonces dejamos del lado un poco los valores y los principios de la ética, y decimos que, tenemos que lograr las tres cuartas partes en el Congreso y es una necesidad imperante, y lo más práctico es robarle al enemigo algunos elementos, se quieren resultados no importando los medios y el mismo proceso, sino, se va al fracaso.
El pragmatismo determina lo que es útil aquí y ahora, si sacrifica alguno de sus elementos no importa, ya habrá recomposición después. Las heridas se curan -dicen- el fracaso no.
Escribo estas líneas ahora que hay un sin fin de descontentos en el país, de mucha gente que ha quedado fuera y en su lugar, ha aparecido quien otrora fuera un recalcitrante conservador.
Cuidado!!! Del plato a la boca se cae la sopa. Complejos procesos vendrán después, los mexicanos debemos prepararnos un error puede costar años de lucha..
La ética ha sido marginada por el pragmatismo.
Saludos.
Cristina González Melendez. REFLEXIONES.